El creciente acceso a medios digitales y la subsecuente interconectividad a nivel mundial, así como el activismo de diferentes poblaciones y su lucha por la inclusión, ha generado una diversidad nunca antes vista en las organizaciones. Debido a esto, la comunicación intercultural se ha vuelto una pieza crucial del crecimiento empresarial.

Así, muchos profesionales han optado por formarse con una maestría en english for business para integrar personas de todos los rincones del mundo a su equipo de trabajo. Sin embargo, para crear un ambiente verdaderamente diverso, que traspase la geografía, es necesario educarse en los diferentes contextos de aquellos que conforman el equipo y esto es posible a través de la comunicación intercultural.

 

Beneficios de la comunicación intercultural

La cultura es un término ampliamente discutido, sin embargo, en su concepto más básico es la unión de ideas, hábitos y costumbres que conforman la identidad de una persona. De este modo, la comunicación intercultural es el campo que estudia cómo se transmiten ideas desde diferentes marcos sociales.

En ese sentido, en un espacio laboral diverso la comunicación intercultural es fundamental para asegurar no solo la productividad en el trabajo, sino también el bienestar de empleadas y empleados. De acuerdo con la revista DiversityInc, la inclusión apropiada reduce en un 50% las renuncias inesperadas y en un 75% las incapacidades médicas.

También se reportan menos malentendidos y, por lo tanto, el trabajo se realiza con mayor eficiencia. De igual manera, los equipos realmente diversos que ayudan a crecer las compañías y mejorar la atención y el nivel de satisfacción de clientes internacionales.

Además, al implementar las regulaciones apropiadas para la comunicación intercultural, se beneficia el departamento de recursos humanos en su proceso de reclutamiento, ya que les permite contratar a profesionales de contextos variados e integrar sin problemas talentos internacionales.

Por otro lado, la comunicación intercultural genera equipos de trabajo más unidos puesto que permite que los integrantes de la compañía comprendan sus diferencias y respeten los talentos, así como eliminar los estereotipos.

¿Cómo aplicar la comunicación intercultural empresarialmente?

En primer lugar, se debe entender que el lenguaje es más que simple gramática. Es importante reconocer que no basta con aprender el idioma de quienes laboran en la empresa, sino que también es necesario conocer las implicaciones culturales de las expresiones utilizadas para evitar malentendidos o irrespeto a la hora de traducir un mensaje.

Asimismo, se recomienda acudir a un intérprete en caso de que las personas que trabajan en la empresa se comuniquen en diferentes idiomas. Esto estimula la colaboración y permite tomar decisiones grupales con mayor eficacia.

Sin embargo, la comunicación no se limita a las interacciones verbales. De este modo, se recomienda educarse en comunicación no verbal: lenguaje corporal, facial y tono de voz. Así, en algunas culturas se considera una señal de atención y comprensión del mensaje, mientras que en otras se interpreta como agresividad e irrespeto por lo cual es necesario que los integrantes de la compañía comprendan sus diferencias.

Por otro lado, quienes están a cargo de la empresa deben aprender a respetar las diferentes culturas que la conforman y crear normativas apropiadas para evitar la discriminación y los estereotipos en el lugar de trabajo.

Se aconseja que también creen espacios donde trabajadoras y trabajadores puedan interactuar y fortalecer el equipo. Un excelente ejemplo de inclusión cultural es organizar almuerzos semanales con diferentes platos propios de la infancia de cada integrante.

Además de contar con los recursos suficientes, se recomienda ofrecer seminarios no solo de idiomas, sino también de inclusión teniendo en cuenta a mujeres, integrantes de la comunidad LGBTIQ+ y personas con discapacidades.

La comunicación intercultural es importante tanto para las empresas multinacionales como para los emprendimientos pequeños que buscan expandirse. Asimismo, se ha demostrado que aquellas compañías que toman en cuenta la opinión de trabajadores de diferentes contextos logran adaptarse al mercado rápidamente y crecer.

 

«Un mordisco puede ser un gran arma política si se lo utiliza con consciencia. Por lo mismo, te invitamos a leer y compartir la  revista digital “Contratá Trans” donde encontrarás emprendimientos con una cocina autogestiva, transfeminista y no binarie en donde el amor y el cuidado se vuelven ejes clave.»

Un día vagando por el mundo de las redes sociales, específicamente en Instagram, llegamos a “Casa de Varones Trans”. Entre tantas publicaciones, se encontraba la consigna: “Contratá Trans”. Frente a nuestro desconocimiento sobre este motto, nos sumergimos en la búsqueda y descubrimos no solo una plataforma virtual para gestionar el empleo de personas trans, sino numerosos emprendimientos autogestivos y culinarios.

Al indagar más al respecto, nos encontramos con Kahn de Color Legumbre, Francis de Vetaggi y Jade de La Nonita Pastas y Zen Delicia Natural, quienes nos contaron sus experiencias dentro del universo emprendedor.  

Una de las razones principales para apostar por estos emprendimientos es que, como cuentan Kahn y Jade, muchas veces las identidades que no entran en el cistema (entiéndase sistema cisheterosexual) son discriminadas en sus lugares de trabajo e incluso por las personas encargadas de capacitarlas en su profesión.

Imagen de @ValDepetris para Color Legumbre

En el caso de Kahn, estudió cocina en una institución donde se sintió discriminade por su expresión de género y por ser de un pueblo pequeño en Santiago del Estero. Lo mismo se repitió en todos los locales comerciales en los que brindó sus servicios. Aún así, emprendí para nutrirme de conocimientos y herramientas y luego poder encontrar un trabajo estable que me permita vivir de lo que me gusta hacer”. Luego agregó: “aprendí a darme valor, a que hay muchísimas personas haciendo lo que yo hago pero no como yo lo hago”.

Imagen de La Nonita Pastas

Por otro lado, Jade nos contó que comenzó a emprender “porque no conseguía trabajo y porque me sentí discriminade a la hora de buscar uno. Por otro lado, es una especie de sometimiento que une hace por necesidades económicas”.

Las circunstancias adversas -que algunes las entienden como desafíos y otres como obstáculos- se suman a la vivencia en carne propia de la precarización laboral por parte de les emprendedores aquí mencionades, quienes acostumbran recibir tratos discriminatorios por su identidad. Sin embargo, muchas veces estos comportamientos son tolerados debido a la necesidad económica y a la incertidumbre con respecto a su estabilidad en relación al empleo. Precisamente, parte de estos prejuicios también están presentes en los procesos de selección laboral. Por lo mismo, una vez obtenido trabajo, usualmente les emprendedores continúan su labor aunque se manejen en contextos violentos que atentan contra su bienestar integral. 

A pesar de ello, Kahn, Francis y Jade, como muches otres emprendedores de la provincia encontraron una forma de inserción laboral con condiciones más dignas a través de sus proyectos dedicados a la producción culinaria.

 

Te invitamos a leer y compartir nuestra REVISTA y las redes sociales de los emprendimientos contenidos en ella, a las cuales podrás acceder haciendo click en sus links.

Apostar por estos emprendimientos, visibilizar y fomentar el trabajo de personas como Kahn, Francis y Jade, se vuelve una respuesta política frente a situaciones de injusticia y desigualdad estructural que afrontan en nuestra sociedad. Informarse más y difundir esos nuevos conocimientos, en conjunto con un consumo consciente, son acciones que significan un gran apoyo para la comunidad trans y no binarie.

 

Sumate y optá por una cocina transfeminista, vegana y consciente.

 

 

 

+3512896705 +3543639750

 

 

* Escrito por María Sol Galoviche. Estudiante de tercer año de la Lic. en Relaciones Internacionales de la Universidad Católica de Córdoba.

* Este material se ha elaborado en el marco del proyecto «El emprendedurismo en mujeres como herramienta para afrontar la desigualdad de género en el mercado laboral local», que ha recibido financiación de la Secretaría de Proyección y Responsabilidad Social Universitaria (RSU) 2020-2021 de la Universidad Católica de Córdoba, coordinado por la Dra. María Inés Landa y el Dr. Hugo Rabbia.

(Fotografía de portada de Ani Becerra para su emprendimiento Evil)

(Fotografía de portada de Ani Becerra para su emprendimiento Evil)

 

¿En qué momento permitimos que la ropa nos use y no nosotres a esta?
¿Por qué dejamos que la industria textil y el mercado decidan sobre nuestros cuerpos? 
¿Cuándo comenzamos a catalogarnos por los talles de nuestra ropa? 

 

La particularidad de estas preguntas es su cuestionamiento al sistema comercial que impone la figura ideal de un cuerpo hegemónico sobre el físico de toda la sociedad. Ninguna persona es ajena a los estereotipos de belleza, sean internalizados o no, todes los hemos aprendido y sufrido; pero lo paradójico con estas imposiciones es que nadie puede cumplirlas al 100%, porque es un ideal imposible de alcanzar. 

Los estereotipos de belleza se reproducen por múltiples medios y espacios, no son solo los medios de comunicación los que imponen cierta imagen corporal que está “bien” mientras otras son objeto de burla, asco e incluso miedo. Las presiones sobre la forma y tamaño de nuestros cuerpos se manifiestan de un millón de maneras diferentes; unas muy evidentes, como cuando nos recomiendan dietas imposibles para bajar esos “kilos de más”, pero otras son sutiles y pasan desapercibidas, como cuando recorremos incontables locales de ropa y aún así no encontramos nada que nos entre. 

Acorde a una encuesta realizada por Anybody Argentina, el 70% de les encuestades tienen dificultades para conseguir ropa de su talle, la cual se presenta principalmente en jeans y pantalones. La tristeza es el sentimiento más recurrente entre las personas con dificultades para hallar talles porque el cuerpo no encaja en la ropa deseada (46%) y el 48% responde que el no encontrar talle, le lleva a cuestionar su cuerpo. El 21% manifestó realizar alguna conducta de riesgo para el desarrollo de desórdenes alimenticios (abstenerse de comer, tener atracones, vomitar, hacer ejercicio excesivo, ponerse a dieta para bajar de peso). Por último, el 52% respondió que su primera dieta fue entre los 10 y los 15 años, seguido de un 34% que lo hizo entre los 5 y los 10 años.

En relación a estos datos, Fernanda Nieto Romero dueña de la tienda medium & plus size Échame la culpa, uno de los únicos locales con ámplia variedad de talles de Villa Carlos Paz, nos cuenta que “las chicas venían muy tristes, entraban con el semblante decaído, desganado y se iban con otro totalmente diferente. Ver ese cambio en el rostro de las chicas, que me digan ‘es el primer lugar al que vengo y que me entra la ropa, que me gusta, que me queda bien, que me dan consejos y que no me tratan como si fuera una porquería’. Siempre que tengo la oportunidad les digo a mis clientas que mientras se sientan bien, les guste y sobre todo, que para mí es lo más importante, que se sientan cómodas con lo que se van a llevar, la moda no importa, hay que tratar de buscar lo que nos haga felices”.

La escasez de talles no es consecuencia de un error del mercado, porque efectivamente existe una demanda insatisfecha que nadie se apresuró a cumplir durante años. La determinación que posee la industria textil por producir mayoritariamente un cierto rango de talles representa un límite más que se nos impone para moldear la manera en la que “deberían ser” nuestros cuerpos. 

Pero esos años de luchar para encontrar ropa con la cual podamos expresar nuestra identidad y estilo están más cerca de terminar, principalmente porque hay personas que deciden crear indumentaria que no excluya a nadie y también inspiran a otres emprendedores a seguir sus pasos.

(Fotografía de Ana Laura Becerra para su emprendimiento Evil Clothes)

Como nos dijo Ani Becerra, creadora del emprendimiento Evil de la Ciudad de Córdoba y activista gorda: “Te mereces ser una diosa, ser lo que vos querés ser. El resto de la sociedad no tiene derecho a decirte qué hacer con tu cuerpo. Ana pudo captar la necesidad que tienen muchas personas a la hora de elegir su estilo y comenzó a confeccionar lo que ella llama ropa alternativa que te haga sentir bien, con la que te puedas expresar y que sí o sí te vaya a quedar. Nunca me ha pasado de que venga una clienta y se vaya sin ropa porque no le entra”

“La ropa no te tiene que apretar, pero no porque seas gorda, sino porque te tiene que acompañar, tenés que sentirte bien y cómoda. No deberías estar metiendo panza para que te prenda el jean, tiene que prender y punto. Ese es nuestro trabajo para hacer la moldería, que sea acorde a los cuerpos. Es lindo poder ver cómo se van transformando las clientas cada vez que vienen a comprar y encuentran su talle, animándose a otro tipo de cortes y modelos” dice Bethania Ávalos, co-creadora del emprendimiento Avepez de la ciudad de Córdoba.

El entorno no solo es hostil para aquelles que quieren comprar ropa, sino que también lo es para quienes deciden confeccionar o comercializarla en una gama más amplia de talles. En palabras de las entrevistadas, las mismas se encuentran frente a desalientos tales como el consejo prejuicioso de no producir talles grandes porque les gordes no te compran la ropa”, burlas hacia los maniquíes gordos de su vidriera o la dificultad de encontrar proveedores que trabajen la gama de talles que ellas quieren ofrecer y ante esta situación, deben recurrir a diferentes fábricas para lograr la amplitud de talles de sus prendas, como nos afirma Fernanda

Estos emprendimientos buscan aportar a la liberación de los cuerpos, lo que no contenta a la lógica actual del sistema capitalista, patriarcal y gordofóbico. Los discursos hegemónicos conspiran para la exclusión haciéndonos sentir que las formas de nuestros cuerpos son erradas, fallas del sistema, que no valemos nada, no merecemos mostrarnos ni ser vistas, desear ni ser deseadas. No obstante, los diferentes movimientos de liberación como los feminismos y, específicamente, el activismo gordo vienen a resistir, cuestionar y disputar este discurso, como así también, visibilizar los cuerpos deslegitimados y excluidos históricamente.

(Ilustración de Florencia Virovoy. Instagram: @flor_virovoy)

Los talles grandes llegaron para quedarse y vestir a una inmensidad de personas deseosas por tener más opciones que la ropa holgada, oscura y lisa, para entrar al mundo de la diversidad de colores, usos, formas y patrones. La lencería erótica, ropa deportiva y la indumentaria a la moda, hasta no hace mucho tiempo ni siquiera era un sueño, porque taparse los rollos era un imperativo naturalizado por todes. 

Estos emprendimientos incomodan y rompen con estructuras arcaicas creando ropa que hasta hace poco les gordes tenían prohibido usar.  Al respecto, Ani nos dice: “Lo que veo mucho en mis clientas al momento que empiezan a consumir las prendas, es que automáticamente tienen la obligación de verse a sí mismas, lo cual es difícil, y eso es lo que, para mí, lleva a tener un ejército de gordas en lencería por toda la General Paz”. En el marco de la marcha del 8M en 2019, Evil vistió a gran parte de las personas gordas que marcharon en esa intervención. “Eso es lo que suma a la causa y es el resultado de lo que se hace a nivel global; la posibilidad de que exista una liberación tal que después de tanto trabajo, al verte digas ‘bueno, esto soy yo, vamos a trabajar con esto’ y de repente pensar ‘me siento linda, nunca me había sentido así«.

El trabajo de estas emprendedoras actúa en dos niveles; en lo individual, ayuda a un sin fin de personas a mejorar la relación consigo mismas, con su cuerpo, su autoestima y en algunos casos, a descubrir o redefinir su identidad por disponer de muchos estilos con los cuales vestirse y sentirse cómodas. A nivel colectivo, se destaca su lucha por la visibilización, la representación y la aceptación social de la diversidad corporal, teniendo siempre presente que es la industria textil la que debe moldear la ropa a nuestros cuerpos y no nosotres a ella. 

 

*Escrito por Lic. Ana Laura Ottobre Aichino (activista gorda) y Lic. Iriana Sartor

 

*Este material se ha elaborado en el marco del proyecto «El emprendedurismo en mujeres como herramienta para afrontar la desigualdad de género en el mercado laboral local», que ha recibido financiación de la Secretaría de Proyección y Responsabilidad Social Universitaria (RSU) 2020-2021 de la Universidad Católica de Córdoba, coordinado por la Dra. María Inés Landa y el Dr. Hugo Rabbia.